Tras el fin de la moratoria, los jubilados vuelven a marchar frente al congreso

Este miércoles, miles de jubilados se movilizaron nuevamente al Congreso de la Nación para exigir la restitución de su poder adquisitivo, el cese del recorte de prestaciones y la reactivación de la moratoria previsional, eliminada por el Gobierno de Javier Milei. La protesta, convocada para las 17 horas, se desarrollará en un contexto de fuerte despliegue policial, con vallas y efectivos apostados en la zona. Las consignas incluyeron reclamos por la falta de acceso a medicamentos, la precarización en la atención del PAMI y obras sociales provinciales, así como el nombramiento de cuidadores para adultos mayores.
Con el fin de la moratoria, se estima que en 2025 más de 243.000 personas en edad de retiro, 150.000 mujeres y 93.000 hombres, quedarán excluidas del sistema previsional por no cumplir con los 30 años de aportes. Estas personas deberán recurrir a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), equivalente al 80% de una jubilación mínima (alrededor de $279.121), un monto insuficiente para cubrir necesidades básicas.
Las organizaciones de jubilados también denunciaron el “vaciamiento de la ANSES” y rechazaron el uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para “especulación financiera o pagos al FMI”. En un comunicado, exigieron la elección inmediata de representantes de trabajadores y jubilados en la dirección de las obras sociales, junto con la ampliación de listados médicos y el suministro urgente de insumos. “No aceptamos que nos condenen a la pobreza mientras se privilegia el pago de deuda externa”, señalaron.
Los jubilados emergen como uno de los sectores más golpeados por el ajuste económico: según economistas, el 35% de las medidas de austeridad recae sobre ellos mediante el congelamiento de haberes y la eliminación de beneficios como medicamentos gratuitos. La decisión de no prorrogar la moratoria profundiza esta crisis, obligando a miles a permanecer en empleos precarios o depender de pensiones que no alcanzan para sobrevivir. Mientras las movilizaciones se replican en otras provincias, el reclamo por dignidad y derechos sociales sigue en pie.