domingo 12 octubre , 2025

Sospecha de contrabando compica a un espacio político del oeste provincial

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Intendente bajo la lupa.

Una reciente actuación de Gendarmería Nacional en un control sobre la Ruta Nacional 81 derivó en un nuevo escándalo que podría salpicar a una figura con peso político en el oeste formoseño. Durante un operativo de rutina, personal del escuadrón local detuvo un colectivo de larga distancia y procedió al secuestro de mercadería ingresada de manera irregular al país.

Entre los elementos incautados se encontraban productos electrónicos, bebidas alcohólicas importadas y perfumes, con un valor estimado que superaría los cuatro millones de pesos. Aunque inicialmente se intentó atribuir la carga a una empleada de un conocido comercio local, fuentes internas revelaron que el verdadero destino de la mercadería sería la propietaria del espacio comercial en dinámica expansión, directamente vinculada al intendente.

La situación tomó un giro aún más delicado cuando se supo que el jefe comunal se habría presentado personalmente en el escuadrón de Gendarmería Nacional, apenas una hora después del operativo, en lo que algunas voces describieron como un intento de “intervenir” en el procedimiento de la fuerza nacional.

Testimonios recogidos en el lugar dan cuenta de conversaciones informales entre los efectivos, donde se deslizaron expresiones que sugieren haber escuchado gritos destemplados del Lord Mayor, presiones y favoritismos en el tratamiento del caso y hasta eventuales represalias a quienes no estén alineados con ciertos intereses políticos, hechando mano a la “aceitadísima” relación que tiene con la Ministra del área de la que dependen los uniformados federales.

Aunque no hay declaraciones oficiales por parte de la fuerza ni del municipio involucrado, el episodio reaviva los continuos cuestionamientos realizados al mismo intendente sobre el uso de estructuras públicas para fines personales (es común escuchar comentarios respecto del uso intensivo de maquinaria municipal en campos de su propiedad) y pone bajo la lupa la relación entre algunos referentes políticos y actividades comerciales poco transparentes, mencionándose los permanentes viajes al Paraguay del intendente y sus dos hijos.

La causa quedó en manos de la justicia federal, que deberá determinar responsabilidades por la cuestión del contrabando, pero mas allá de eso, quienes quedan en una posición vergonzosamente incómoda son los gendarmes, es lo que pasa cuando se olvidan los roles y se prestan a ser meros peones de un juego, se les pierde el respeto, cualquiera puede decirle barbaridades y solo les queda agachar la cabeza.