Argentina y el FMI: Un nuevo acuerdo de deuda insostenible

El acuerdo de Facilidades Extendidas con el Fondo Monetario Internacional.
Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han sellado un nuevo Programa de Facilidades Extendidas el pasado 11 de abril, sumando un endeudamiento adicional de aproximadamente 20.000 millones de dólares al ya abultado compromiso con el organismo. Este acuerdo, el vigésimo tercero en la historia del país con el FMI, compromete a la Argentina a recibir un 75% de los fondos en 2025, con pagos diferidos entre 2030 y 2039. Sin embargo, las condiciones impuestas y la magnitud del desembolso han desatado críticas por su aparente insostenibilidad y por limitar la autonomía económica del país.
El acuerdo incluye estrictas condicionalidades, como metas de reservas y financiamiento del Banco Central, además de compromisos para eliminar fondos fiduciarios, reformar el sistema tributario, laboral y previsional, y avanzar en privatizaciones. Sectores como energía, minería y agroindustria son señalados como estratégicos, reflejando una apuesta por la reprimarización de la economía. Desde la Cátedra Abierta Plan Fénix, se advierte que estas medidas restringen la capacidad de Argentina para definir un modelo productivo y social propio, promoviendo un retroceso hacia políticas neoliberales que ya fracasaron en los años 90.
Un aspecto particularmente polémico es el desembolso de 15.000 millones de dólares en 2025, que excede los vencimientos del acuerdo anterior y parece destinado a sostener un tipo de cambio artificialmente bajo antes de las elecciones legislativas. Esta maniobra, respaldada por declaraciones de la Directora Gerente del FMI, podría facilitar una nueva fuga de capitales, replicando crisis como la de 2018. Además, la aprobación del acuerdo por el Congreso fue meramente formal, sin un debate profundo sobre su contenido, lo que pone en cuestión su legitimidad frente a lo estipulado por la Constitución Nacional.
La sostenibilidad del acuerdo también es dudosa. El propio documento del FMI reconoce que los pagos a partir de 2030, que alcanzarán el 9% de las exportaciones y el 15% de las reservas, serán difíciles de cumplir. La expectativa de que Argentina acceda a mercados de crédito voluntarios en 2026 para refinanciar la deuda se considera poco realista, dado el historial reciente. Esto anticipa un ciclo de renegociaciones interminables, perpetuando la dependencia del país respecto al organismo.
Frente a este panorama, se plantea la necesidad de un proyecto nacional alternativo, inclusivo y sostenible, que diversifique la producción y aproveche las capacidades locales, según propone el documento “Nuevas aristas en la cuestión del desarrollo” de la Cátedra Plan Fénix. Para ello, Argentina debe renegociar los términos del acuerdo con el FMI, ajustando los montos y plazos a su realidad económica. Aunque el nivel de endeudamiento del país no es desmedido en términos globales, la actual estructura de pagos es inviable, y solo una dirigencia comprometida con un cambio de rumbo podrá revertir esta dinámica.